Frustración y Conflicto


FRUSTRACIÓN
Desde el punto de vista de la Psicología Conductual la frustración se refiere al proceso mediante el cual un sujeto no obtiene el reforzamiento esperado o el obtenido no satisface sus expectativas. De esto podemos deducir que este constructo tiene su representación cognitiva en las expectativas que el sujeto se establece ante una meta determinada; una representación fisiológica asociada a las sensaciones experimentadas por el sujeto ante el déficit de reforzamiento; así como la representación conductual y más observable, la cual se puede identificar con comportamientos como rabia, ira, melancolía, depresión, llanto, autodestrucción.
Revisando las bases de la Teoría Conductual, existen momentos fundamentales que explican adecuadamente lo que es la frustración, la Ley del Efecto postulada por Thorndike en donde se entiende que ante condiciones similares la repetición de una conducta reforzada de manera constante tiende a repetirse. El Desamparo Aprendido por su parte consiste en un sujeto expuesto ante determinadas situaciones repetidas no evitará o escapará a un estímulo desagradable o aversivo, los cuales escapan del control del propio sujeto. Adicionalmente está la Ley de Expectativas, donde se observa que ante la ejecución de una conducta el reforzador recibido es inferior a lo esperado, esa conducta tiende a la extinción; por su parte si el reforzador recibido excede lo esperado como reforzador, la intensidad y la frecuencia de la conducta tiende a incrementarse.
La frustración puede favorecer el desarrollo de cuadros de estrés crónico y trastornos de ansiedad generalizada, esto considerando la magnitud de la frustración y si el sujeto posee herramientas para afrontarla de manera operativa. Como ejemplo de lo mencionado anteriormente se plantean dos situaciones asociadas a la misma meta: se tienen dos aspirantes “”A” y “B” para una posición gerencial en una empresa reconocida, ambos con las credenciales y experiencia suficiente para hacerse con el cargo, al revisar se tiene que el sujeto “A” está desempleado, una hipoteca a punto de vencerse y una serie de gastos acumulados; por su parte el sujeto “B” tiene un cargo similar al que aspira con una remuneración menor, se encuentra solvente económicamente. Al no quedar seleccionados al puesto ambos sujetos experimentarán la frustración, no obstante el grado en que la experimentarán será muy distinto el uno del otro.



CONFLICTO
Psicológicamente hablando, el conflicto es una coyuntura que se le plantea a una persona o grupo de personas, donde se ven en la necesidad de tomar una decisión ante dos o más estímulos que se presentan de manera simultánea con una capacidad de reforzamiento similar y que en la mayoría de los casos son incompatibles.
Eso implica necesariamente que al tomar la decisión se renuncia a algún objetivo o meta, se transforma, modifica o difiere, por escoger el otro. Esto puede generar frustración y promover estados ansiogenos en las personas.
Un destacado teórico conductual, Kurt Lewin describió dos tendencias del conflicto, la aproximación y la evitación. En líneas generales, si algo nos atrae nos acercamos, pero si algo es amenazante o peligroso lo evitamos, de acurdo a lo planteado por Lewin podemos distinguir tres combinaciones de esas dos tendencias: aproximación/aproximación, aproximación/evitación y evitación/evitación.
El conflicto de aproximación/aproximación se produce cuando dos o más estímulos incompatibles que se presentan de manera simultánea y la persona se siente atraída por todos en igualdad de magnitudes. Por ejemplo dos ofertas de trabajo, viajes de placer a dos lugares preferidos, oportunidad de estudiar en Instituciones de prestigio, dos posibles parejas, etc.
En el conflicto de aproximación/evitación el sujeto paradójicamente se encuentra atraído pero a la vez siente aversión por la misma meta. Este tipo de conflicto es el más común y también el más difícil de resolver, porque la fuente de placer/displacer subyace en el mismo punto.
Por su parte el conflicto evitación/evitación plantea la situación donde el individuo tiene que escoger entre dos o más situaciones indeseables, amenazadoras o desagradables, donde ninguna posee atributos positivos para la persona. La respuesta común ante este conflicto es el escape, no obstante si el escape es imposible, el afrontamiento dependerá de la magnitud del estímulo aversivo, puede ser adoptar una actitud agresiva, sumisa o pasiva.



REFERENCIAS USADAS:
 Gross, R. (1994) Psicología, la ciencia de la mente y de la conducta. D.F. México: Manual Moderno. 

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